Periodista veterana, madre soltera y eterna aprendiz del mundo. Amo a mi hija por sobre todas las cosas, casi igualito como amo ser mujer. Soy fan de las letras, por eso me hice editora, después de enamorarme del oficio de ser periodista. Como periodista y editora desde hace casi treinta años, he ido agregando aptitudes y experiencia en áreas alrededor del periodismo que van más allá de escribir y editar a lo largo de mi trayectoria. A los cuarenta me convertí en mamá de María, lo que me ha llevado en una montaña rusa de emociones desde hace 14 años, que va desde las alegrías más grandes, hasta sentir terror, frustración, tristeza y enojos impensables. Estoy convencida de que la intolerancia, el racismo y la discriminación no deberían de existir. Además de María, me hace feliz el morado de las jacarandas, una paleta helada de limón, bailar música ochentera, viajar casi a cualquier lado, la amistad y un buen texto.
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