Las perífrasis verbales son construcciones sintácticas de dos o más verbos que constituyen el núcleo del predicado. Se utilizan cuando se desea expresar una acción que no logra concentrarse en un solo verbo. Como su significado es más preciso suelen ayudar en algunas oraciones para brindar un matiz mucho más específico que el que puede ofrecer un verbo simple. Hay varios tipos de perífrasis verbales, por ejemplo:
De obligación:
-Tener que (+ infinitivo) “Tengo que ir al hospital”
-Deber (+ infinitivo) “Debemos irnos”
-Haber que (+ infinitivo) “Habrá que intentarlo más tarde”
-Haber de (+ infinitivo) “Has de volver”
De probabilidad o suposición:
-Deber de (+ infinitivo) “No escucho ruido, deben de estar dormidos”
De posibilidad:
-Poder (+ infinitivo) “El candidato puede considerarse vencedor”
Sin embargo, en algunos casos el matiz que agrega la perífrasis verbal presenta diversos problemas, ya sea porque no cumple ninguna función, porque alarga demasiado el verbo o porque genera confusiones, de modo que la frase verbal se vuelve indeseable y debe evitarse en el lenguaje escrito.
“Tener que tener”
En el primer ejemplo de perífrasis de obligación, la forma “tener que” se vuelve indeseable cuando es seguida por el verbo en infinitivo “tener”:
“Los funcionarios tienen que tener una mejor retribución económica”
“29 Objetos que todo amante de los Minions tiene que tener“
Aunque la construcción “tener que tener” es correcta, presenta una repetición de infinitivos que resulta cacofónica o disonante. A muchas personas esta repetición les hace creer que se trata de un pleonasmo, aunque no es así, pero esto aumenta la confusión y la duda en cuanto a su corrección. Por ello se recomienda evitarla por medio de otra perífrasis también de obligación, “debe tener”:
“Los funcionarios deben tener una mejor retribución económica”
“29 Objetos que todo amante de los Minions debe tener“
“Voy a ir”
Otra de las perífrasis verbales más comunes en el español de Latinoamérica es la de futuro próximo, que se forma con el verbo “ir” + a + infinitivo, para indicar acciones por realizarse, y que muchas veces sustituye a la conjugación de los verbos en el futuro simple:
“Voy a hacer” por “Haré”
Como en los casos anteriores esta construcción es correcta, pero suele generar confusiones por repetición en:
“Voy a ir” por “Iré”
y su abuso en la sustitución del futuro simple provoca construcciones indeseables y algunas erróneas:
“No te la vas a poder comer” por “No podrás comértela”
“Lo voy a ir a ver” por “Iré a verlo”
En el lenguaje oral esta perífrasis está muy arraigada y desde luego es correcta, pero en el lenguaje escrito su uso se vuelve indeseable cuando no cumple ninguna función o puede sustituirse por otras más específicas: entonces conviene usar las formas simples del futuro o utilizar perífrasis más adecuadas.
“Tengo ganas de ir a ver su nueva película”
Alternativa: “Me gustaría ver su nueva película”
“Me dijo que no iba a buscarla más”
Alternativa: “Me dijo que no la buscaría más”
“Poder hacer”
Otra perífrasis verbal que se vuelve indeseable por su abuso en algunos textos es la de posibilidad. Un ejemplo es el siguiente fragmento:
“Se puede concluir que las redes sociales son estructuras sociales compuestas por un conjunto de actores que se pueden clasificar en individuos u organizaciones que pueden relacionarse de acuerdo con algún criterio (relación profesional, amistad, parentesco, etc.”
Esta perífrasis en particular es innecesaria en muchos casos: implica la posibilidad de una acción que suele ser incuestionable. Si se elimina se conserva (e incluso mejora) el significado de algunas oraciones. En el ejemplo anterior sirve preguntarse: ¿se puede concluir, se pueden clasificar y se pueden relacionar? ¿Sí?, entonces:
“Se concluye que las redes sociales son estructuras sociales compuestas por un conjunto de actores que se clasifican en individuos u organizaciones que se relacionan de acuerdo con algún criterio (relación profesional, amistad, parentesco, etc.”
En general, durante la redacción o la corrección de estilo se deben evitar las perífrasis verbales vacías de significado con el objetivo de aligerar las oraciones inútilmente extendidas. Muchas de estas construcciones generan problemas por repetición o alteración del orden sintáctico y pueden sustituirse por formas simples u otras perífrasis más adecuadas. Se sugiere considerar otras alternativas a perífrasis indeseables como las anteriores ya que distraen la atención durante la lectura a pesar de ser construcciones correctas.
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