Vladimir Villalobos López
«La voz interior es siempre un
recuento de catástrofes y barroquismos.»
Gabriela Wiener
«Cuando se cae, no es el pie lo que ha fallado.»
Proverbio chino
Fue hasta la prepa cuando tuve que usar el transporte público en serio. Para llegar a la primaria basta caminar durante cinco minutos, lo único pesado es la mochila llena de libros y de otros tantos cuadernos, forrados cada uno con colores distintos, o todos parejos, depende de la maestra. Para la secundaria la distancia es del doble, y hay que cargar el portafolio de dibujo y la regla T, pero nada más, no había falla. Además mi mamá me llevaba, o nos llevaba, porque casi siempre compartí trayecto con alguno de mis hermanos.
La diversión también estuvo cerca, por lo que aprender a andar en bici nunca fue una prioridad. “Es mucho riesgo y poca la necesidad”, pensaba. Sólo para ir al cine o a las maquinitas de Plaza Coacalco necesitaba el transporte, y según las tarifas nunca estuve a más de 5 km de casa. Las canchas de fut estaban cerca, las casas de mis amigos también, incluso tener el mercado en la esquina evitaba que me fuera a perder por ahí.
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.