Ante un panorama cultural y económico incierto para México, el medio editorial ha tenido que innovar en sus maneras de gestionar, editar y comercializar los contenidos que lo sostienen. Todas las editoriales sufrieron los embates que la crisis sanitaria desató y no ha sido poco lo que se ha perdido; no obstante, aún hay buenas noticias. Nostra Ediciones, con más de 150 títulos en su catálogo, cumplió sus primeros 20 años.
La editorial —que inició con la publicación de Adivinancero de Valentín Rincón, con ilustraciones de Alejandro Magallanes, en el año 2000— se ha posicionado como una de las más sobresalientes y preferidas en el público infantil y juvenil. Al revisar el catálogo, salta a la vista una danza de ilustraciones formidables y contenidos fascinantes que incitan a buscar más títulos de la serie y, en esa búsqueda, salen a la luz sorpresas como la colección Para entender, cuya línea está orientada a satisfacer las necesidades editoriales en temas políticos y sociales de interés general, o Historias de verdad que nos descubre otras maneras de entender la historia de México, lo que ha ampliado significativamente el alcance literario de Nostra.
En efecto, tanto los libros infantiles y juveniles que albergan diversos géneros (poesía, cuento, novela) como los de la colección Para entender tienen como eje el compromiso social, a lo que se añade el interés de Nostra por que los libros sean accesibles y estén cuidadosamente elaborados. Con lo anterior, durante estos 20 años Nostra se ha consolidado como un emisor de memorias literarias, de producción propia, de calidad y, sobre todo, mexicana.
Con el objetivo de hacer de los libros una unidad «tuya y mía» (idea original del nombre de la editorial) han logrado que el círculo de comunicación editorial-autor-editor-ilustrador-librero-promotor (y todos los involucrados que estas líneas no alcanzan a mencionar) gire en torno a la creación de una experiencia de lectura que no sólo deleite por el encuentro con mundos imaginarios o reales, sino que enriquezca la razón y la percepción de los afortunados que tengan en su haber estos libros.
Nostra es un ejemplo de éxito. Aun frente a la cancelación de diversos eventos presenciales, como las ferias de libros, y entre el grito que el gremio ha lanzado en busca de apoyo, no ha dejado de publicar novedades y sigue promoviendo la participación de sus lectores en algunos concursos, al tiempo que nos muestra en redes sociales su vitalidad y fuerza, lo que significa que es una editorial sólida, joven y que aún tiene mucho por aportar.
Sin embargo, no todo el camino ha sido sencillo. Mauricio Volpi, director de Nostra, nos platicó, en un ejercicio de autoconsciencia, sobre la fundación de la editorial, su trayectoria, las crisis que han enfrentado, su proyecto actual, los planes para 2021, entre otros temas. Como muchas editoriales, han logrado expandirse con otros sellos, pero también han tenido que cancelar colecciones y replantear proyectos con los que no obtuvieron los resultados esperados.
A través de las palabras de Volpi podemos entender la reflexión sobre el oficio y la capacidad de modificar el rumbo. En algún momento, Nostra tuvo ocho colecciones (una de ella subdividida en cinco) de las cuales, actualmente, conserva cuatro. Y, aunque pareciera desafortunado, ése es el oficio del editor: darle seguimiento a todo lo que marcha bien y distinguir aquello que, pese a las expectativas, no funcionó. En otras palabras, Volpi y su equipo han sabido escuchar a los lectores y han trabajado para ofrecerles lo que ya se espera de Nostra. Lo anterior merece más que una mención: hay que festejar que las editoriales están atentas a los movimientos del mercado, a sus propias necesidades económicas y, sobre todo, a las preferencias de los lectores.
Otro ejemplo del proceso de adaptación a las nuevas tendencias que Nostra tuvo que atender fue la decisión de convertir a formato electrónico una parte de su catálogo que, aunque sigue siendo útil para los lectores, ha dejado de ser viable en su forma impresa por la cantidad y la premura de las adecuaciones que exige su naturaleza. Tal fue el caso con la Constitución mexicana explicada, de gran valor por su contenido más que por su formato.
Éstos son sólo algunos cambios que ha realizado la editorial para atender a sus lectores. Aunque pareciera intrascendente, en más de una ocasión hemos comprobado que las editoriales se obstinan en continuar proyectos que visiblemente no traen resultados o, por el contrario, cancelan proyectos del agrado de los lectores aun cuando éstos manifiestan su inconformidad por la decisión. Esa guía dirigida sólo por el valor económico ha sepultado el valor literario de obras que deberían estar presentes en las bibliotecas de este país. Sin duda alguna, la confianza que Nostra deposita en sus lectores ha sido retribuida a lo largo de todos estos años.
Ahora más que nunca, cuando el medio editorial lucha por subsistir, es indispensable detener el ritmo de las publicaciones, al menos por un momento, y discutir qué ha funcionado y qué no. Sobre todo, hay que analizar qué puede prosperar a partir de ahora, tomando en cuenta los cambios en el mercado editorial de los últimos meses. En el caso de Nostra, Volpi nos adelanta una nueva colección de literatura para adultos como una apuesta apoyada en el reconocimiento que la editorial ha conseguido con el paso del tiempo.
Nos sumamos a la celebración por este vigésimo aniversario deseando que Nostra conserve esa armonía entre calidad, precio y compromiso que hacen tan admirables los libros que nos ofrecen. A los lectores, les recomendamos el amplio catálogo que la editorial ha construido en los últimos 20 años, y esperamos ansiosos las novedades que nos tiene preparadas en literatura para adultos en el siguiente año. Enhorabuena por este proyecto que se mantiene joven y se esfuerza por alcanzar la madurez. Le auguramos un gran éxito y brindamos con ellos por el camino recorrido y por el que falta por recorrer.
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