En esta ocasión invitamos a Ximena Pérez Viveros, editora y diseñadora de El Rule Comunidad de Saberes, para que nos contara sobre su trayectoria profesional y sobre El perrito aullador fanzine, un proyecto que da voz a niños y adolescentes que han sufrido pérdidas durante la pandemia por COVID.
Agradecemos a Ximena Pérez por haber aceptado participar en este ejercicio.
¿Cómo incursionaste en el medio editorial?
Hola soy Ximena Pérez Viveros, soy diseñadora editorial y diseñadora en El RULE Comunidad de Saberes.
Toda mi vida estuve cerca de los libros por mi padre, que trabajaba haciendo libros, era corrector de estilo. Tenía su propia empresa que se dedicaba a hacer libros, que se llamaba Redacto. Siempre lo veía corrigiendo libros, a mí me gustaba mucho estar con él y me maravillaba cómo era el proceso de los libros. Desde ahí siempre me gustó. Iba de niña a la empresa donde estaba y me enseñaba cómo se hacían los negativos, entrábamos al cuarto oscuro, donde se revelaban los negativos, conocía a los diseñadores (que todavía trabajaban con sus mesas de trabajo y todo manual), hacían sus retículas. Me parecía un oficio súper bonito y me gustaba mucho estar rodeada de gente tan interesante, porque era gente que conocía de todo. Siempre fue muy entretenido estar ahí. Esos fueron mis primeros pininos, a veces me gustaba ayudarles a hacer cualquier cosa, era muy lindo. Mis primeros acercamientos ya profesionales fueron en la universidad, incluso terminando, no trabajé antes, fue haciendo diagramación y formación como freelance, haciendo cosas muy lindas: libros de arte y libros de mesa de café (coffe table books),eran muy bonitos, me gustaba mucho pero me iba muy mal cuando tenía que cobrar. Mis primeras funciones en el sector editorial fueron ésas: hacer diagramación para estos libros, o meter correcciones nada más, y también haciendo libros de texto, toda mi vida he hecho libros de texto. Me gusta mucho porque es un trabajo muy obsesivo y yo no lo soy tanto, entonces me mete en orden y me ha enseñado a ser rigurosa a la hora de ser diseñadora y diagramadora, formadora, etcétera.
¿Cómo influye tu trabajo en la vida social?
Creo que un montón, creo que los libros son la ventana al conocimiento, el conocimiento erradica la ignorancia, y erradicando la ignorancia erradicamos el odio. Los libros no nada más nos abren ventanas a nuevos mundos, si no que nos abren ventanas a la tolerancia. Creo que los libros o revistas dan voz a personas que normalmente no tienen voz. Los libros también llegan a lugares donde no se llega normalmente, como son las bibliotecas, bibliotecas rurales. No hay internet en todas partes pero siempre hay libros, siempre podemos encontrar algo editorial, algo tangible que podamos leer, y creo que eso es muy importante. Ahora en la pandemia, por ejemplo, creo que podemos entretener a la gente gracias a nuestro trabajo, y si está bien hecho si va a ser entretenido.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Un montón de cosas, yo estudié diseño porque quería estudiar muchísimas cosas a la vez: quería estudiar teatro, quería estudiar antropología, me pasó por la mente la economía, biología. Ahora me doy cuenta que siendo editora o siendo diseñadora editorial tengo todo a la mano, tengo todas las profesiones del mundo. He conocido gente interesantísima, me gusta mucho trabajar en equipo y me encanta la creatividad. Suena trillado, pero soy una persona muy creativa, me encanta poder dar cuerpo a las cosas que se me ocurren y en cuanto al Perrito aullador, de pronto uno se siente muy impotente y quiere hacer algo para ayudar, pero no se tienen las herramientas, por ejemplo ahora disfruto mucho saber que lo que hago llega a las manos adecuadas y que esos niños o la gente que lee lo que escribe se va a sentir orgullosa. A mí lo que más me gusta es dar voz, hacer tangible la voz de muchas personas, eso es lo que me gusta: trabajar en equipo y conocer muchas profesiones, conocer de todo un poco.
¿Por qué es importante que la gente conozca lo que haces?
No quiero comparar el tema de la salud con el diseño, pero creo que tanto un editor como un diseñador editorial son especialistas en una profesión, llámese profesión de hacer libros o profesión diseño. Cuando estamos enfermos y nos duele la cabeza, vamos con un neurólogo especialista, o si nos rompemos un hueso vamos con un ortopedista. Es importante que se conozca la labor del diseñador editorial y del editor para que se hagan cosas de calidad, que no te operen el apéndice en lugar del hígado. Es necesario hacer libros de calidad con especialistas bien preparados para que a la gente no le dé flojera leer, para que la gente disfrute lo que está leyendo, lo que tiene en sus manos, y si ya nos vamos en términos más prácticos es importante que se sepa qué es, qué hace, qué importancia tiene un diseñador o un editor para que te paguen bien, es muy mal pagado, es muy poco reconocido. Cuando hay un mal salario para las personas que estamos en la cadena del libro se hacen cosas malas, no se respeta el medio ambiente, no hay productos bien envueltos, bien cerrados, bien bonitos. Creo que es muy importante por muchísimas cosas.
El perrito aullador fanzine
El perrito aullador fanzine surgió con la idea de dar contención a la población infantil y juvenil que está viviendo la pandemia en México. Resulta que no nada más está en la Ciudad de México, sino que ahora ya nos escribieron niños de Veracruz, Morelia, Morelos, Ecuador. Era para dar contención al duelo, al principio era duelo de muerte, porque hay mucha gente falleciendo ahorita, pero también porque hay muchas pérdidas simbólicas y físicas que no vemos. Los niños son bien resilientes, son como ligas. Hay una película de Jim Jarmusch que así lo dice: que los niños son de hule, se pueden caer y rebotan y los puedes agarrar, volver a aventar y aguantan, todo el tiempo están aguantando. Nadie les preguntó “¿está bien si nos quedamos encerrados en principio cuarenta días?, van a dejar de ver a sus amigos, van a dejar de tener su espacio en la escuela, van a dejar de ver a sus seres queridos y van a estar en cuatro paredes”.
Creo que tanto niños como jóvenes han perdido espacios vitales, antes podía jugar en la calle sin ningún problema o en las unidades con mis amigos, era mucho más fácil que nuestros papás nos llevaran al zoológico, al circo, a Chapultepec. Hoy ni siquiera hay tiempo de eso, los papás cada vez están más necesitados de trabajar más tiempo y tienen menos posibilidades económicas para sacar a los niños, y su espacio era el colegio, el patio de la escuela para socializar; los adolescentes de la escuela se regresaban a casa con el novio o la novia o con los amigos, se echaban la reta; ahorita se le dijo “no pueden hacer eso, porque ustedes tal vez ni siquiera están tan en riesgo, a lo mejor no se van a morir de COVID, pero nosotros, tus padres y tus abuelos sí, de ti depende que nos cuides, que nosotros no nos muramos”. Eso es una pérdida y un duelo de territorio, es como reconocer también sus cuerpos, “mi cuerpo puede enfermar”, cuando no hay políticas de salud que se enfoquen tampoco en niños y adolescentes, y están perdiendo mucho.
Entonces se nos hizo necesario en el RULE darles una salida, que los niños y los adolescentes puedan hablar de lo que piensan, de lo que sienten, del hartazgo, del hastío, de la felicidad también, porque hay muchos que están muy contentos de poder pasar tiempo con sus papas, de cómo le hacen para divertirse y cómo resisten o cómo transforman sus mundos para estar en casa, y la verdad es que es una cosa alucinante por lo que escriben. Está bien bonito, es un proyecto que piensa ser mensual, ahorita ya salió la primera convocatoria, saldrá la siguiente pronto y es para que tanto jóvenes como niños puedan hablar sobre sí mismos y que podamos escuchar lo que tienen que decir y aprender
¿Qué aprenderá el mundo editorial de esta pandemia?
En principio a diversificar, creo que es necesario no nada más quedarnos en librerías, hay muchas formas de vender libros, y no me refiero nada más a lo digital, nuevas plataformas. El mundo se está transformando, tenemos que ser muy creativos para vender libros. Nos hemos dado cuenta de que la lectura es fundamental para el entretenimiento y para el ocio, por lo menos en mi universo todo mundo está leyendo mucho más, y es necesaria la lectura. Se están cerrando librerías sin ton ni son y a lo mejor no era necesario hacerlo, a mí se me ocurre que tal vez se pudo haber hecho una renta de libros, o se pudo haber hecho un Uber Books, se pudo haber hecho mucho para salvar estas librerías y sobre todo me parece que tenemos que aprender a ser gremio de verdad, no nada más decir que lástima que se cerró esta librería, que era de la tía de mi amiga o de los tíos, o qué lástima que esta librería ya cerró, sino de hacer frente todos y unirnos, trabajar como lo hicieron Era, Sexto Piso y Almadía: ser creativos, tenemos que movernos, tenemos que cambiar la forma de vender libros.
La cooperación en la cadena del libro
Es muy necesario porque parece que todo es un microgremio, como todo en toda la industria cultural siempre hay nichos de poder: “yo soy el editor chido, yo soy el auto chido, yo soy la editorial chida”, pues no, todos somos chidos, todos tenemos un papel importante que hacer y tenemos que estar unidos, tenemos que ser un solo gremio, nada de “yo soy un diseñador top de no sé qué”, son tonterías.
¿Cómo ha afectado el confinamiento en tu desempeño?
Me envuelve la incertidumbre constantemente, me preocupa mucho lo que pueda pasar en la industria editorial. Me está pasando algo muy extraño, que soy mucho más creativa, quiero estar haciendo mil cosas, pero me cuesta mucho trabajo sentarme y hacerlas, diseñar ha sido muy pesado para mí, pero ser editora por ejemplo del fanzine ha sido muy fácil y ha sido bien bonito y enriquecedor, y creo que la ventaja que tenemos muchos correctores, diseñadores, etcétera, que hemos sido freelance, es que estamos acostumbrados a estar en casa, pero como hay tanta incertidumbre en la calle, como hay tanta duda de lo que pueda pasar, en la salud, pues es difícil concentrarse. Yo he encontrado que hacer el fanzine ha sido súper enriquecedor, ha sido una especie de meditación, ha sido muy relajante, muy lindo gracias a que fueron niños, estoy segura. A veces me cuesta mucho, a veces no, pero tengo un trabajo estable que además está bien bonito, que me apoyan, me escuchan. Si digo “tengo una idea genial”, me escuchan, a lo mejor está loca la idea pero la acomodan para que se haga, entonces yo estoy muy feliz en mi trabajo en términos laborales.
¿A qué colegas admiras?
Hay tres básicas: Naandeyé García, es ilustradora, cartelista, diseñadora web, de todo tipo, pero sus carteles, su ilustración, su manera de moverse en la industria, de vender su trabajo, es mi máximo, y otra que ya falleció fue Marta Covarrubias, editora, ella me enseñó todo lo que sé, y Cynthia Valdespino, que es editora y directora de diseño, es una gran diseñadora, una gran editora, una gran conocedora de la cadena del libro, todo lo que necesiten saber sobre el libro, sobre libros de texto, ella es la indicada. Son mujeres maravillosas, organizadas, entregadas, amorosas a los libros.
Comentarios finales
Vayan y conozcan El perrito aullador fanzine, díganles a los niños que tengan cerca que participen, la verdad se ha vuelto un escaparate bien lindo de lo que los niños piensan, de lo que los niños hacen, léanlo para que lean y aprendan, los niños nos están dando la vuelta porque además están entendiendo que hay que cambiar nuestras formas de vivir, lo cual está difícil. A uno que ya está curtido en el plástico, en el consumismo, etcétera, nos va a costar un montón de trabajo, pero los niños nos van a poner orden, yo pienso eso, tengo una fe infinita en el futuro gracias a estos niños del perrito aullador, de verdad son increíbles. Busquen, léanlo, va a tener audio aparentemente, está bien chido la verdad, y pues sigan nuestras redes del RULE, muchas gracias.
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